
La caída de los precios de los metales que hemos visto en la industria metalúrgica en los últimos años ha sido dolorosa, la hemos sentido, y si usted está leyendo esto, es probable que la haya sentido. El wolframio y el molibdeno cotizan a menos de la mitad de lo que costaban hace dos años. Esta deflación ha llevado a algunos miembros de nuestra industria a especular con el metal, guardando material a la espera de mejores precios. Ya hemos escrito antes sobre los riesgos de especular.
En lugar de acumular materiales a la espera de precios más altos, siga estas sencillas técnicas para maximizar el valor de la chatarra y, al mismo tiempo, garantizar la tesorería y la solvencia.
Separe su chatarra - Los comerciantes compran cargas mixtas de chatarra todos los días y, aunque su negocio está organizado para clasificar este material, siempre es preferible comprar una carga limpia. Establecer un sistema en su tienda en el que el acero para herramientas y el carburo de tungsteno acaben en contenedores diferentes es una forma sencilla de asegurarse de que el precio sea siempre el más alto. La reducción de la mano de obra también acelerará el proceso y le permitirá disponer de dinero en efectivo lo antes posible.
El conocimiento es poder - A pesar de la naturaleza virtuosa de nuestra industria, hemos entrado en contacto con comerciantes de metales/chatarreros que se sienten cómodos comprando material como de un tipo y vendiéndolo como de otro. Si no tiene una pistola de nitón o una lista de materiales, pida ver la lectura o el informe detallado de clasificación. Para conocer los precios, dedique entre 5 y 10 minutos a buscar listados en Internet y obtendrá una estimación aproximada de los precios actuales. Tenga en cuenta que dependen en gran medida de la cantidad y la demanda local.
Manténgalo limpio - Hay muchos procesos que provocan que el aceite, el agua u otros contaminantes se mezclen con su chatarra metálica. Aunque el valor del material de base seguirá siendo el mismo, las tasas de tratamiento pueden reducir el resultado final. Esto es más cierto en virutas de acero o chatarra de titanio. Simplemente coloque una lona sobre su chatarra si está en el exterior o si la retira de una zona que ve contaminación en su lugar de trabajo.
Prepárelo para la entrega - Almacenar su material de forma que sea fácil de mover facilitará el transporte. Las opciones ideales son bidones de metal o plástico cargados en un palé. 3.000-4.000 libras es el peso máximo de un palé. Los costes de transporte dependen del volumen y del peso, por lo que si puede reducir el volumen (tamaño), la transacción será más rentable para los comerciantes.
Manténgalo seguro - Es difícil encontrar otro sector más afectado por los robos que el reciclaje de metales. Es difícil maximizar el valor de la chatarra cuando se va en los bolsillos de empleados o clientes. Mantener el tungsteno u otros materiales valiosos en contenedores o jaulas cerrados con llave es una inversión que merece la pena. Mantener este material bajo vigilancia y alejado de las zonas de alto tráfico de su centro también va a ayudar considerablemente.
Si te aseguras de partir de un punto fuerte a la hora de vender tu chatarra, vas a conseguir el mejor precio y el plazo de entrega más rápido.
Nos encantaría conocer otras técnicas que utilices u otros temas que quieras que respondamos relacionados con el comercio de metales. Envíenos un correo electrónico a sales@globemetal.com.